"Me enamoré"
…Me enamoré…
…De repente sucedió lo inesperado; con sus detalles, atenciones, abrazos, Él conquistó mi corazón, yo realmente no sabia como reaccionar ante tanto amor de su parte, jamás alguien se había interesado en mí de esa forma, y era casi imposible de creer…
Muchos me hablaron de Él; En realidad lo que siempre decían era que me amaría a pesar de todo. yo solía rechazarlo constantemente y ofenderlo a cada instante con mis acciones, hasta llegué a decirle que se alejara de mí, que me dejara en paz, a decir verdad, yo no lo quería en mi vida, quería que se alejara. por una razón muy extraña no estaba dispuesta a aceptar a alguien que solo venia a darme amor, mas sin embargo Él seguía ahí, ante mis rechazos y ofensas, se mantenía firme, lo que me hizo pensar un día: ¡Rayos, este hombre realmente quiere que le de un lugar en mi vida!
Tomé la decisión de aceptarlo en mi vida, aunque seguía dudando de todo lo que Él me decía; en varias ocasiones llegué a tildarlo de mentiroso al no ver materializadas las promesas que me había hecho al comienzo de nuestra relación, pero no quería sentirme tan sola y seguí dándole un pequeño lugar en mi vida, el último, quizás…. Siempre había soñado con encontrar un amor como el que se suponía Él podía brindarme y me dije; Porqué no intentarlo con Él; parece una buena persona, no creo que pueda lastimarme y si lo hace, que más da, aceptar que sueño con imposibles y resignarme a lo que me ha tocado. pero una noche, todo cambió; En medio de reclamos constantes de mi parte por casi tres horas con mucha ternura me susurró al oído: Date la oportunidad de conocerme realmente, yo no puedo hacerlo todo- sus palabras me desarmaron por completo, mi voz se quebró en sollozos, y el silencio se apoderó de aquel momento. Lo que sentí en ese instante es algo que ciertamente no puedo describir, el silencio seguía y yo ni si quiera podía moverme y peor aún, decir una sola palabra. Sus palabras habían generado en mi un choque de emociones bastante fuertes, y así estuve por lo menos una hora; En silencio, sin decir una sola palabra. El sueño se adueñó de mí y al rayar el alba todavía podía sentir su voz susurrando a mi oído: Date la oportunidad de conocerme realmente, yo no puedo hacerlo todo. Otra decisión importante; conocerlo. ¿Cómo lo hago? ¿Cómo derribo toda esa imagen negativa que tengo de ti?
Decidí involucrarlo en mi día a día; Contarle hasta lo mínimo, le hacia preguntas y en ocasiones tanto silencio me hacia dudar de su existencia y enojarme nuevamente con Él. Comencé a leer lo que otros decían de Él, incluso lo que Él decía de si mismo. Noté que había algo diferente en mí; El brillo de mis ojos cambió, me sentía plena, feliz. Algo bueno estaba pasándome. Me encantaba esta nueva aventura, pero sentía mucho miedo de que un día se alejara de mí y nunca más volviera. Comencé a preocuparme por no entristecerlo, y por hacer las cosas lo mejor posible para que se sintiera orgulloso de mí; -Poco a poco Él se ganaba un lugar muy importante en mi corazón- En muchos de esos intentos por hacer las cosas bien no obtuve los resultados que quería, y pensé que Él se iría, pero para mi sorpresa fue el único que se quedó; En medio de mi tristeza, dolor e incluso rabia, sentía como me susurraba: ¡Vamos mi niña, tú puedes, aquí esta papá! Y ahora yo solo le preguntaba ¿Qué hice para que me ames tanto? Ahí realmente entendí que lo que Él sentía por mí era verdadero y que sus planes conmigo eran buenos; Entendí el significado de la cruz…
¡No entiendo como no me di cuenta antes, tenia a la persona más maravillosa de este mundo delante de mí y lo único que hice por mucho tiempo fue rechazarlo y ofenderlo cuando Él solo quería darme amor y protegerme! ¡Que estúpida fue! ¿Cómo no lo conocí antes?
Intenté alejarme de Él porque tuve miedo de fallarle nuevamente, pero fue inútil, lo que sentía por Él era algo tan fuerte que ni si quiera yo podía entender; a veces intentaba acercarme nuevamente, pero yo solo quería que ese sentimiento hacia aquel hombre desapareciera. Lo extrañé, intenté alejarme de todo aquello que me recordara a aquel hombre, procuraba no hablar de Él, pero no pude. mi intento por alejarme de Él había sido fallido, me sentí como Jeremías se sintió en una ocasión; (aunque su situación había sido completamente diferente a la mía) ¡Me sedujiste, Señor! ¡Y yo me deje seducir! Fuiste más fuerte que yo, y me venciste… Y dije: No me acordaré más de Él, ni hablaré más en su nombre; no obstante, había en mi corazón como un fuego ardiente metido en mis huesos, trate de sufrirlo y no pude.
Jeremías 20.
Era inútil, me había enamorado de aquel hombre que en un principio rechace, mi corazón solo quería estar cerca de Él, yo realmente no quería separarme de Él ni un instante.
…Y si, realmente me enamoré de su rostro sin conocerlo, de su sonrisa sin si quiera poder contemplarla, de sus hermosos ojos sin si quiera saber cuál es su color, me enamoré del tono de su piel, sin si quiera tener la más mínima idea de cómo es, me enamoré de lo que hizo conmigo y de lo que estaba haciendo; aunque no puedo si quiera abrazarlo, tocarlo, llevarle flores o chocolates, ni si quiera puedo mirarlo cara a cara y decirle cuánto lo amo. De consuelo me queda esperar el día en que venga por mí y pueda mirarlo de frente (Que francamente dudo mucho que pueda hacerlo) y luego con lágrimas en mis ojos decirle; ¡TE AMO, GRACIAS.
¡Me enamoré de un hombre llamado JESÚS!
-ANGIE KAROLINA PEÑA MIRANDA.
Realmente hermoso, cuán grande y maravilloso es el amor de Dios y cuán hermosa su fidelidad.
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